ir arriba

Lactancia

Las ventajas de la lactancia materna….

El mejor alimento que puedes dar a tu hijo es tu propia leche. Es el alimento más completo, se presenta siempre en las condiciones óptimas, le protegerá de infecciones y alergias y, además, es económico.

Todos los pediatras del mundo durante todos los tiempos así como entidades tan prestigiosas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o UNICEF promueven la lactancia natural en todos sus comunicados.

La leche materna contiene los nutrientes necesarios en las cantidades adecuadas para cada etapa del bebé.


Después del nacimiento el pecho segrega el calostro, que es un líquido amarillento, translúcido con alto contenido en proteínas, vitaminas y minerales. La organización Mundial de la Salud lo define como “Alimento natural al tiempo que medicina”. Es un líquido tan concentrado que es suficiente con una cantidad muy pequeña para cubrir las necesidades del recién nacido. Su bajo contenido en grasa facilita su digestión y cumple una función laxante que permite eliminar el meconio, las heces que se forman en el intestino del bebé durante la gestación. Pero su característica más importante es que tiene leucocitos y anticuerpos que protegerán al bebé de posibles infecciones intestinales y respiratorias hasta que esté formado su sistema inmunológico.
Pasados tres o cuatro días aparece la leche de transición y después la leche madura que contiene los ingredientes necesarios y en las cantidades correctas para convertirse en la principal fuente de nutrientes durante los primeros 4 a 6 meses de vida del niño.

Es más fácil de digerir.
Las proteínas presentes en la leche materna son fundamentalmente suero fácilmente digerible. Lo mismo ocurre con los hidratos de carbono (lactosa) y las grasas presentes en la misma.

La leche está siempre fresca y a temperatura adecuada.
Si la madre está sana y cuida y limpia sus glándulas mamarias, el alimento llega al bebé sin posibilidad de que haya contaminación externa. Podemos decir que va del productor al consumidor directamente, estando disponible en cualquier momento y a cualquier hora.

La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé.
El calostro y la leche materna contienen anticuerpos que ayudan al bebé a luchar contra las enfermedades comunes de la infancia y a recuperarse de ellas mejor. De hecho, los bebés alimentados al pecho tienen menos otitis, diarreas y enfermedades alérgicas.

La leche materna se adapta a los cambios de tu bebé.
El milagro de la leche materna es que cambia en función de las necesidades nutricionales del bebé. Desde el calostro (rico en proteínas, vitaminas y minerales) hasta leche con mayor contenido en grasas que favorece el crecimiento y la ganancia de peso, cuándo el bebé tiene más de 4 meses.
Su composición también va variando ligeramente a lo largo de la toma. Al principio es ligera y al final más cremosa y grasa. lo que hace que el bebé al principio sacie su sed y al final su apetito. Por so s importante que se vacíe el pecho totalmente antes de ponerle al otro

La lactancia natural crea unos lazos especiales entre la madre y su bebé.
Durante la lactancia, el bebé se encuentra muy cerca de la madre y es ese contacto físico el que le está satisfaciendo sus necesidades nutricionales. El lazo afectivo madre-hijo tiene en este momento su máxima expresión. La lactancia materna no tienen coste alguno frente al gasto que supone la lactancia artificial.
La lactancia natural ayuda a la madre a recuperarse.
La lactancia estimula las hormonas femeninas que actúan en la recuperación de los tejidos y de las funciones del organismo. Además, amamantar quema calorías lo que ayuda a recuperar el peso ideal.

La lactancia materna no tienen coste alguno.
Frente al gasto que supone la lactancia artificial.

Como se produce tu leche…

Cada succión del bebé supone una estimulación de las terminaciones nerviosas de los pezones. El mensaje se transmite al hipotálamo (una glándula del cerebro) lo que provoca la liberación de prolactina, la hormona encargada de organizar la producción de leche.
La oxitocina será la encargada de provocar las contracciones que hacen que la leche pase a los depósitos lácteos que se encuentran justo debajo de la areola, sobre los que la boquita del bebé ejerce la presión.
La mejor manera de producir leche es que el bebé mame: cuanto más succione más producción de leche habrá.
Hay muchos factores que influyen en la cantidad de leche que una madre produce, como la alimentación y el cansancio.
También varía la cantidad producida de un pecho a otro y la hora del día. El flujo suele ser mayor por la mañana y por la noche.
La cantidad por tanto no es tan importante como su calidad en nutrientes. Una secreción diaria de 600 a 800 ml sería suficiente para alimentar a un bebé.
Las mejores posiciones para amamantar
Lo importante es que tanto tú como el bebé estéis cómodos y relajados. Los estados de ansiedad y nerviosismo no son buenos. Hay que procurar relajarse y buscar un ambiente tranquilo y silencioso. Tu estado de ánimo también influirá en la lactancia. Procura evitar situaciones de estrés o de cansancio pues es posible que se reduzca la producción de leche.

Sentada


Elegir un sillón cómodo o sentarse en la cama, apoyada en almohadones para mantener la espalda recta. Apoyar el codo del brazo que sujeta el bebé en el brazo del sillón o en un almohadón.

Recostada


Colocarse de lado apoyada en la cadera y tumbar al niño sujetando la cabeza con el brazo y dejar el codo apoyado en un almohadón.

Colocar el pezón


Su cara y el abdomen deben estar mirando hacia ti y el pezón y la areola deben quedar dentro de la boquita del bebé, asegurándote que quede espacio suficiente entre tu pecho y su nariz.

Al terminar


El bebé debe expulsar el aire que ha tomado junto con la leche para evitar posibles dolores de vientre. La mejor posición para la expulsión del aire es colocarlo en vertical, apoyado entre el pecho y el hombro y presionarle suavemente la espalda hacia dentro, dándole leves golpecitos.
Cesárea
Antes de dar de mamar al bebé, hay que esperar a que se eliminen del organismo la anestesia y los medicamentos que se hayan tomado. Normalmente y en circunstancias normales esto puede tardar unas 48 horas.
El único problema es que, debido a la operación, tal vez tengas que dar de mamar tumbada, ya que de otra manera el peso del bebé te haría daño en la cicatriz.

Bebe prematuro


Mientras el bebé está en la incubadora, será el pediatra quien te indique cómo sacarte la leche para darle de mamar en caso de que no puedas ponerlo al pecho. Te enseñarán a utilizar sacaleches y te informarán de los horarios y pautas que debes seguir.

Mellizos, trillizos...


Normalmente la cantidad de leche producida depende de la succión del bebé. En caso de ser más de uno, la producción de leche aumentará. Si no tuvieras suficiente, consulta a tu pediatra el mejor sistema para completar las tomas. Normalmente se recomienda que se de una parte de la leche materna a cada bebé y se complemente con un biberón de leche de fórmula.

Reaparición de la regla


Muchas veces la mujer que da el pecho no ovula y, por tanto, no tiene la regla. Pero si esta aparece mientras está dando el pecho, no es necesario que dejes de amamantar durante esos días.


Cuidado del pecho…


La higiene del pecho es muy importante sobre todo en el área de la areola y el pezón. Aunque con una ducha diaria es suficiente, puedes lavar el pezón cuidadosamente con agua hervida antes y después de cada toma evitando el jabón y otras sustancias que puedan irritarlas (alcohol, colonia...)
Después del lavado colocar un disco de celulosa o una gasa esterilizada. Si hay secreción de leche, debes cambiarlo con frecuencia para que permanezca seco.
Utiliza sujetadores que no aprieten el pecho y cámbialo siempre que se moje de leche.

Como favorecer la lactancia en las mutualistas…


La OMS (Organización Mundial de la Salud) y UNICEF han firmado una declaración conjunta para favorecer la lactancia materna en los hospitales de todo el mundo. Los pasos que recomiendan seguir a todos los profesionales de la salud y a las propias madres son los siguientes:
1- El hospital debe disponer de una política por escrito relativa a la lactancia natural
2- Capacitar a todo el personal de salud parta que pueda poner en práctica esa política
3- Informar a todas las embarazadas de los beneficios de la lactancia materna
4- Ayudar a las madres a iniciar la lactancia durante la media hora que sigue al parto
5- Mostrar a las madres cómo se debe dar de mamar al niño
6- No dar a los recién nacidos más que leche materna, sin ningún otro alimento o bebida salvo cuando exista indicación médica
7- Facilitar que el niño esté en la habitación de la madre durante las 24 horas del día
8- Fomentar la lactancia natural cada vez que lo pida el niño
9- No dar a los niños alimentados al pecho tetinas o chupetes
10- Fomentar el establecimiento de grupos de apoyo a la lactancia natural y procurar que las madres se pongan en contacto con ellos


LA GLANDULA MAMARIA
Este es el órgano que se encuentra en el interior del pecho. Su tamaño no depende del tamaño de la mama ya que un pecho pequeño puede tener una glándula mamaria muy desarrollada.
Está formada por una estructura de lóbulos, en forma de racimo de uva, que son los conductos por donde se canaliza la secreción de la glándula hacia el pezón.

EL CALOSTRO
Es un líquido espeso, muy viscoso y de color amarillento, que las glándulas mamarias segregan durante los 3 ó 4 días después del nacimiento. Está compuesto por agua, proteínas, minerales, es rico en azúcar y bajo en calorías y en grasas. Es perfecto e insustituible para el bebé por su alto valor nutritivo y su fácil digestión. Además, de sus más de 30 componentes, 13 se pueden encontrar únicamente en el calostro. La cantidad de anticuerpos que posee hace que el bebé esté protegido frente a determinadas infecciones intestinales y respiratorias hasta que desarrolle su propio sistema inmunológico. Además de su alto nivel nutritivo, favorece el desarrollo de su sistema digestivo y ayuda a evacuar el meconio. Por eso, es imprescindible que pongas a tu hijo al pecho nada más nacer.

TU ALIMENTACION EN LA LACTANCIA

La calidad de la leche va a estar influenciada por la alimentación de la madre, que debe ser variada y lo más completa posible:

No olvides:
Beber mucha agua y zumos de frutas, caldos vegetales, aumentar el consumo de lácteos y seguir una dieta saludable.

Prescinde de:
Alcohol, bebidas excitantes como el café o los refrescos de cola. Algunos alimentos pueden modificar ligeramente el sabor de la leche como los ajos o los espárragos, pero no hay razones justificadas para quitarlos de la dieta si el niño lo tolera bien.
Solo habrá que evitar determinados alimentos para evitar la aparición de alergias alimentarías en casos de riesgo, por ejemplo, con antecedentes familiares.

PROBLEMAS AL AMAMANTAR

Al principio es normal encontrar algunas dificultades para amamantar al bebé. Con paciencia y el consejo del pediatra, suelen ser problemas que se superan en los primeros días.

Rechazo del pecho

Los bebés durante los primeros días maman con poca fuerza, pero a partir de la primera semana, se debe notar un aumento de la presión y los tirones del bebé.
Si no se notan estos progresos puede ser debido a que el bebé no respira con normalidad porque el propio pecho tapa los conductos nasales del bebé. Para solucionarlo hay que apartar con la mano la parte de arriba del pecho de la nariz del bebé.
En otras ocasiones la razón del rechazo del pecho es sencillamente que no está tranquilo. Un bebé con hambre puede estar nervioso y eso le impide comer. Procura tranquilizarlo antes de intentar de nuevo que tome el pecho.

Se duerme
Si el bebé se queda dormido, suele ser porque está satisfecho y no quiere comer más. Déjalo dormir un rato y retrasa la toma una hora. Despiértalo con suavidad y ponle al pecho, si tiene hambre la aceptará enseguida.

COMO EXTRAER TU PROPIA LECHE

Primero, lávate bien las manos. Lava bien el sacaleche o en caso de bomba, la parte del equipo que se pone en contacto con el pecho, en un lavaplatos automático o a mano con agua caliente jabonosa. Enjuaga con agua fría, y sécalo con una toalla limpia.
El cuándo extraer la leche, depende de ti y el horario de tu bebé. Trata de extraerla cuando el bebé lo haría normalmente. Tu suministro de leche usualmente es más abundante en la mañana, ésa es una buena hora, pero sé flexible.
Si tu bebé deja pasar un alimento, aliméntalo en un tiempo más corto que el usual, no esperes a que llegue el siguiente turno. Si sólo se alimenta de un pecho, extrae la leche del lado opuesto y guárdala. Si vas a extraer tu leche, siéntate cómodamente y relajada. Bombea tus mamas, según las instrucciones del fabricante de la bomba.

EXTRACCION MANUAL

Drenando las reservas de leche

1. Coloque el pulgar (encima del pezón) y los dos primeros dedos (debajo del pezón) a aproximadamente 1" a 1-1/2"/ 2,5 a 4 cm del pezón, aunque no necesariamente en los bordes exteriores de la aréola. Use esta medida como guía, dado que los senos y aréolas varían de tamaño de una mujer a otra. Asegúrese de que la mano forme la letra "C" y las yemas de los dedos estén a las 6 y a las 12 en punto, en línea con el pezón. Note que los dedos están colocados de modo que las reservas de leche yazcan debajo de ellos.


Evite tomar el seno en todo el hueco de la mano.

2. Empuje directamente contra la pared del pecho.
Evite separar los dedos.
Para senos grandes, primero levante y luego empuje contra la pared del pecho.
lactancia materna

3. Apriete hacia adelante con el pulgar y los demás dedos al mismo tiempo. Este movimiento de apretar comprime y vacía las reservas de leche sin dañar el tejido sensible de los senos. Note la posición del pulgar y las uñas en el apretón final según se muestra en la ilustración.

4. Repita rítmicamente para drenar completamente las reservas.
Colocar, empujar, apretar...
Colocar, empujar, apretar...
leche
5. Rote el pulgar y los dedos para eliminar otras reservas, usando las dos manos en cada pecho.

Evite estos movimientos

1. No aprete los senos, puede causar moretones.

2. Deslizar las manos por los senos puede causar molestias en la piel.

3. Evite tironear del pezón, puede ocasionar daños a los tejidos.
maternidad
Masaje suave

1. Masajee las células y conductos productores de leche presionando el seno firmemente con las yemas de los dedos contra la pared del pecho, empezando por arriba. Mueva los dedos circularmente, concentrandose en una zona por vez por unos cuantos segundos, antes de moverse a otra zona. Vaya en espiral alrededor del seno hacia la aréola a medida que masajea. El movimiento es similar al usado en exámenes de senos.

2. Acaricie el área del seno desde arriba hacia el pezón, usando un contacto ligero de cosquilleo. Continúe con este movimiento ya que estimulará al reflejo de expulsión de leche.

3. Sacuda el seno a la vez de inclinarse hacia adelante para que la gravedad ayude a la expulsión de la leche.

extraccion manual






Almacenamiento

Hay varios recipientes disponibles para guardar leche de pecho. Éstos incluyen bolsas de plástico especialmente diseñadas, botellas de plástico o recipientes de vidrio. Cada uno tiene sus ventajas.
Si vas a congelar tu leche ordeñada, deja un espacio libre en la parte superior del recipiente. La leche de pecho, como la mayoría de los líquidos, se expande al congelarse.
Cuando uses empaques de plástico, utiliza los diseñados específicamente para recolección de leche de pecho. Antes de guardarlo, pliega la parte superior varias veces y séllalo con cinta especial para congelador. Introduce bolsas pequeñas en una bolsa más grande, para protegerla contra perforaciones.
Marca la fecha y cantidad en cada recipiente.
Congela tu leche en porciones de dos a cuatro onzas. Porciones más pequeñas se descongelan más rápido y no gastarás más leche de la que el bebé no desee si usas porciones grandes.
Puedes seguir agregando cantidades pequeñas de leche de pecho al recipiente, varias veces durante ése día. Sólo enfríala en el refrigerador y congélala cuando se encuentre en cantidades apropiadas.
También puedes agregarla a la leche ya congelada. Primero refrigera toda la leche fresca extraída y ya fría, agrégala a la leche congelada. La nueva leche agregada, debe ser en menor cantidad que la leche que se encuentra congelada.
Si cuidadosamente te has lavado las manos antes de bombear o exprimir leche del pecho, la leche estará segura por unas horas a temperatura del cuarto (20°C). De cualquier forma se recomienda refrigerarla inmediatamente.
Se puede guardar leche fresca en el refrigerador por arriba de 72 horas a 4ºC.
Se puede guardar leche congelada en la parte de abajo del congelador hasta por 6 meses.
Se puede guardar leche congelada en el fondo del congelador a 7°C bajo cero, hasta por 12 meses.
La leche descongelada, se puede guardar hasta 24 horas en el refrigerador.

Normas para el Almacenamiento
Tiempo de conservación
Temperatura ambiente menor a 25º 8hs
Heladera 3dias
Congelador (refrigerador de 1 puerta) 14 dias
Freezer (refrigerador de 2 puertas 3 meses
Congelado profundo 1 año


Descongelamiento: Para descongelar leche materna:
a) Pon la leche en el refrigerador la noche antes de que vayas a usarla. El descongelamiento dentro del refrigerador toma 12 horas.
b) O coloca la leche bajo el chorro de agua tibia o en una cacerola con agua también tibia. No uses agua caliente, ya que ésta puede destruir algunos de los componentes inmunológicos de la leche.
Precaución: Nunca pongas leche materna en el microondas. El microondas puede cambiar la composición de la leche, y tiene el potencial de quemar a tu bebé. La grasa de la leche materna se separará y sobrenadará.
Agitando suavemente el depósito de la leche, puedes mezclar la grasa que se haya separado.
Nunca vuelvas a congelar leche descongelada
Recuerda: el color, consistencia y olor de la leche materna puede variar dependiendo de tu dieta.
Desecha cualquier sobrante de leche que no se use durante ese alimento.