Limpieza sí...¡pero no demasiada!
La asepsia total no existe. Eliminar todos los gérmenes que rodean la vida de los bebés y niños puede convertirse una saludable costumbre en una terrible obsesión.
La higiene y los bebés
La higiene es una forma de estar saludable, sano. Una manera de encontrarnos bien. Es necesario prestar atención a los cambios corporales, olores y sudor. Esta observación nos ayudará a eliminar posibles gérmenes que provocan mal olor en nuestros cuerpos.
Mantener la higiene es importante no solo para prevenir infecciones e/o inflamaciones, e incluso enfermedades, como también para que nos sintamos más seguros de nosotros mismos. Contribuye positivamente en nuestro ingreso a la vida social, haciendo con que los demás quieran estar a nuestro lado también.
Hemos seleccionado algunos truquitos que podrán ayudarlos en este propósito.
Cómo bañar el bebé por primera vez
Son muchas las inquietudes, las dudas, y las preguntas que las mamás y los papás se hacen cuando tienen que bañar a su bebé por primera vez. Normalmente se sienten inseguros y ansiosos, y con algo de miedo, principalmente cuando son padres primerizos, y tienen que bañar a su bebé. Se preguntan cómo deben sujetarlo, manejarlo, y qué cuidados deben tener. Muchos dudan de cómo lavar las orejitas, cuál es la temperatura ideal del agua, y de muchos otros detalles. Pero, tranquilos, son dudas normales, compartidas por muchísimos padres. El bebé necesita de dos o tres baños semanales en las temporadas más frías. En las épocas más calurosas, podrás bañarlo con más frecuencia.
Qué necesitarás para el baño del bebé
La mejor forma para adquirir seguridad es organizarse. Y para eso nada mejor que reunir y tener a mano todo lo que necesitas para bañar a tu bebé. Para bañar a un bebé pequeñito es necesario: jabón neutro, toalla de algodón, peine o cepillo, ropa limpia, champú adecuado para los bebés, pañales, una bañera (móvil o fija), y una esponja (opcional).
Cómo empezar el baño del bebé
Cuando tengas todo el material necesario, lávate las manos, y en seguida cierra bien la puerta y la ventana de la habitación donde bañarás al bebé, para evitar corrientes de aire. Y siga pasos:
1- Comprueba de que la bañera está limpia. Llena la bañera con agua tibia. Utiliza el codo o la parte interior de la muñera para comprobar que la temperatura es apropiada. Puedes utilizar un termómetro de baño. El agua no debe superar dos 30 grados centígrados.
2- Desnuda al bebé, límpiele la zona del pañal, y envuélvalo en una toalla.
3- Límpiale la carita y las orejas con un trocito de algodón húmedo.
4- Sostenga al bebé con su brazo derecho, del mismo modo como si llevaras una pelota, inclínelo sobre la bañera, y con la mano izquierda, y lávele la cabeza con el mínimo de champú. Enjuague bien y seque para cepillar después.
5- Lavada la cabeza, sostenga los hombros del bebé con una mano, introduciendo los dedos por debajo del sobaco y sosteniéndole das piernas o el trasero con la otra mano. Es importante no dejar de sonreírle y hablarle mientras lo manejas.
6- Introduzca al bebé en el agua. Mantenga una mano por debajo de los sus hombros, de modo que tenga los hombros y la cabeza fuera del agua, y utilice la otra mano libre para lavarlo.
7- Con o sin esponja, lave, enjuague, y seque de arriba abajo. Primero el pecho, los brazos, las manos, hasta las piernas y los pies.
8- Gire al bebé para lavar la espalda y el trasero.
9- Una vez que esté limpio y enjuagado, levántelo con suavidad y cúbralo con una toalla.
10- Séquelo bien, y lo envuelvas para darle calor.
Bañar a un bebé recién nacido
A un bebé recién nacido, lo ideal es darle un baño seco, sin inmersión en el agua, en los primeros días. Antes de desnudar al bebé, se limpia su cabecita con una esponja suave y humedecida con agua tibia. Con un algodón también humedecido en agua tibia, y algo de jabón, se limpia los ojitos, la nariz, la carita y las orejas, y luego todo el cuerpo. En seguida se enjuaga todo con una toalla suave, sin frotar. Séquelo y póngale su ropita limpia. Es importante que revises el cordón y el área del ombligo. Si supura, tiene un color rojizo o mal olor, comenta con el pediatra. El cordón se limpia con agua y jabón. Y se seca muy bien.
Consejos y recomendaciones importantes para bañar a un bebé recién nacido
Existen algunos cuidados especiales que debemos considerar durante el baño del bebé:
1- Nunca deje solo al bebé durante el baño. En el caso de que surja alguna urgencia, llévatelo contigo.
2- No es recomendable la utilización de talcos, colonias, etc., principalmente en los primeros meses. Pueden desencadenar alergias.
3- La altura de la bañera debe ser adecuada a la altura de la persona que está bañando al bebé. Lave siempre la bañera antes y después de su utilización.
4- Asegúrate de secar bien todos los pliegues de la piel, especialmente debajo del mentón, detrás de las orejas, y el área del pañal.
5- Aprovecha la hora del baño para revisar a tu bebé para descartar erupciones, inflamaciones u otros problemas. Observa si presenta costra láctea en la cabeza.
6- No te desanimes si tu bebé llora mucho en los primeros baños. El desconocido seguramente le asustará. Con el tiempo él se acostumbrará, y llegará a disfrutar de este momento de placer. Y sus papás también.
La hora del baño debe ser un momento de placer para los mas pequeños, y no una pesadilla envuelta en exagerados cuidados. La bañera bastará con que esté bien limpia. Hay cientos de productos en el mercado que aseguran ser implacables con los gérmenes. A la hora de enjabonarle al bebé o al niño, es mejor que utilices tus propias manos o, si acaso, optes por alguna manopla de algodón que luego puedas meter en la lavadora. La esponja no es recomendable ni para el cuerpo ni para el culito ya que por mucho que la enjuagues y la aclares, nunca estarás segura de que, entre sus múltiples poros, los gérmenes no se han quedado escondidos.
La mejor forma de enseñar higiene a los peques es hacerlo mediante el ejemplo. Asegúrese de que su hijo se lava las manos después de usar el lavabo, y no te olvides de colocar un taburete en el cuarto de baño para que él pueda usar mas cómodamente el grifo.
Son pocos los niños que disfrutan con el lavado del cabello. De este modo, procure reducir el conflicto manteniendo el cabello corto, usando un champú infantil que no escueza en los ojos, o ofreciéndole incentivos cómo permitir que el niño le lave a usted el cabello o crear peinados divertidos.
Mantener cortas las uñas de los dedos de pies y manos es más higiénico y ayuda a impedir el rascarse a sí mismo y a otros.
Lavar y bañar a una niña
De ninguna forma existe la necesidad de abrir los labios de la vulva de la niña para limpiarle el interior. Limítese a lavarle y a secarle la zona cubierta por el pañal (o braguita), desde delante hacia atrás. De este modo evitará manchar la vulva y reducirá el riesgo de extender las bacterias de los intestinos hacia la vejiga o la vagina.
Lavar y bañar a un niño
Jamás intente retirar la piel del prepucio de un niño para limpiarlo ya que podría causarle daño. Lave toda la zona cubierta por el pañal (o calzoncillos) y séquela con cuidado. Cuando el niño tenga tres o cuatro años de edad, el prepucio estará más suelto y podrá retirarse sin emplear la fuerza.
Higiene en la alimentación de los bebés y niños
El temor a las intoxicaciones alimenticias ha hecho con que muchos padres sean más conscientes de los peligros de una higiene deficiente en todo lo relacionado con la comida. Dice el refrán que la mejor forma de ganar una guerra es evitarla.
Eso es lo que sucede con las bacterias. El saneamiento y la higiene son las mejores estrategias y tácticas para combatirlas. Se trata de atacarlas antes de que penetren en el organismo humano. En ese terreno las armas son, por lo general, sencillas y baratas. Y el combate muy efectivo. A la hora de preparar la comida uno debe:
Consejos para limpiar bien los alimentos de los niños y bebés
- Lavarse las manos, las superficies y los utensilios de cocina con agua (de ser posible caliente) y mucho jabón. Ello incluye depósitos de alimentos, incluso la nevera, ya que algunas bacterias, como la Listeria monocytogenes, pueden crecer lentamente a las temperaturas del refrigerador.
- Algunos alimentos como las carnes, aves, pescados o alimentos listos para comer como perros calientes, embutidos deshidratados o secos que sean fermentados y quesos blandos como brie o camenbert, pueden contener bacterias peligrosas. Por consiguiente, la mejor estrategia es mantener separados estos alimentos de las frutas, vegetales, panes y en general de todos los alimentos que se encuentren listos para comer.
- Evitar comer, en lo posible, alimentos crudos, en especial las carnes, aves, mariscos y verduras. Estos alimentos deben ser cocinados a las temperaturas adecuadas. Ello implica que, incluso ya cocinados, al recalentarlos se lo haga hasta que emitan vapor, o si son líquidos, como en el caso de la leche, hasta que hiervan.
- Enfriar, refrigerar o congelar los alimentos, es otra práctica fundamental para evitar la contaminación por bacterias en alimentos perecederos, en adobo, preparados o sobrantes. Este proceso debe efectuarse antes de que pasen dos horas y en cantidades pequeñas y almacenarse en recipientes poco profundos para que se enfríen rápidamente. Que el refrigerador no debe ser llenado excesivamente para que el aire frío pueda circular adecuadamente y mantener en buen estado los alimentos. Y que el proceso de descongelación no se haga a temperatura ambiente sino bajo el chorro de agua fría (o de disponerse de uno, en el horno microondas), para que el proceso sea lo más rápido posible.
- Utilice siempre un paño limpio o toallas de papel para secar los platos, o déjelos secar en un escurreplatos después de haberlos enjuagado con agua caliente.
- Tenga bien cerrado el cubo de la basura. Vacíelo con frecuencia y enjuáguelo con agua caliente y un poco de desinfectante cada vez que lo vacíe.
La higiene en la convivencia de niños y animales
Si tienes el deseo de tener una mascota pero duda de que eso pueda ser perjudicial a tu hijo, pues no dudes. Tener una mascota en casa puede ser algo muy educativo para los niños. ¿Y quiere saber el porqué?
- Estimula la afectividad del niño.
- Genera actitudes de responsabilidad (tienen que sacarlos a pasear, darles de comer
).
- Ayuda a que los niños sean más sociables.
- Potencia la sensibilidad del niño. A las mascotas hay que darle cariño, nuestro tiempo (tenemos que sacarlo a pasear en el caso de los perros, hay que jugar con él y enseñarle buenos hábitos), dinero (alimentación, veterinario, accesorios
) y un espacio exclusivo para él en nuestra casa.
Un animal de compañía educa al niño
Tener un animal de compañía en casa puede ser algo muy educativo para los niños. Aunque pueden generar muchas molestias, las mascotas potencian el lado cuidadoso de los niños. Ellos pasan a ser mas cariñosos con los animales, plantas y personas favoreciendo su sensibilidad. Los niños quieren tener un animal en casa porque lo ven como un juguete más, pero que se mueve y hace cosas por sí mismo. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a tratar a los animales con cuidado y respeto haciéndoles ver que un perro o un gato no son un juguete sino que necesitan cuidados como ellos. Por ejemplo, la higiene.
Reglas de higiene para tener una mascota en casa con los niños
Muchos padres se preocupan por los posibles riesgos para la salud de su hijo pequeño por el hecho de tener una mascota. No obstante, si se practican unas pocas y sencillas reglas de higiene, no habrá de que preocuparse:
- La tiña es un estado cutáneo muy contagioso que puede contagiarse de los animales de compañía y que se ve habitualmente en los niños. Si sospechara la existencia de tiña, consulte con su médico.
- Evite siempre que el niño bese al animal, sobre todo cerca de la nariz y de la boca.
- Anímelo a lavarse las manos después de haber jugado con la mascota, sobre todo antes de tocar o comer alimentos.
- Tanto las pulgas como los gusanos se evitan fácilmente mediante el uso regular de tratamientos preventivos.
- En el caso de que haya una infección, trátela con rapidez, y aleje al niño del animal hasta que el tratamiento haya funcionado.
Cuidados con las mascotas
Los cuidados que precisan nuestras mascotas son: en el caso de los perros, sacarlos a pasear dos o tres veces al día, bañarlos una vez al mes, vacunarlos, alimentarlos, cambiarles el agua, cepillarles el pelaje cada semana, aplicarles repelentes insecticidas una vez al mes y desparasitaciones intestinales cada tres o cuatro meses. Parece un trabajo excesivo pero teniendo en cuenta que una mascota puede ser algo muy gratificante tanto para los niños como para los adultos, estos cuidados merecen la pena.
Higiene de ropas y juguetes de los niños
Las ropas y los calzados de los niños deben ser objeto de especial atención.
Es indispensable cambiarse de ropa después de la ducha o baño. La ropa interior se deberá cambiar a diario.
Los niños deberán llevar ropas cómodas, no muy ajustadas, de fácil lavado y adecuadas a cada momento y situación del día. Para dormir tendrán que utilizar ropa amplia y diferente a la usarla durante el día. Se debe tener en cuenta la temperatura ambiente y llevar ropas, adaptadas a la misma.
Los zapatos, deben ser cómodos y adecuados al tamaño del pie. Para mantener la higiene y duración del calzado conviene limpiar, cepillar y airear los zapatos con regularidad. Son cuidados que colaboran para evitar también el mal olor en los pies.
Limpieza de juegos y juguetes
La actividad principal en la vida del niño es el juego, y el juego implica la mayoría de las veces que se ensucien. Este hecho debe ser aceptado por los adultos, que al mismo tiempo deben enseñar a los niños que una vez concluido el juego, si es necesario, hay que lavarse. De todos modos debemos enseñar a los niños a evitar:
- Jugar en lugares donde se acumulen basuras y desperdicios.
- Tocar objetos punzantes o que representen peligro.
- Jugar en zonas donde haya aguas estancadas.
- Beber aguas sucias o no potables.
- Chupar pegamentos.
- Usar gafas de plástico que perjudiquen la vista.
- Jugar en zonas de terreno con pozos, cuevas, cambios bruscos de altura o lugares próximos a carreteras...
Mantener los juguetes limpios también es indispensable, ya que los niños, principalmente los mas pequeños, suelen ponerlos en la boca. El cubo y las palas del parque deben ser utilizados solamente en la arena del parque. Y limpiarlos al llegar a casa.
Piojos o Pediculosis
Es cada vez más frecuente, y principalmente en las épocas de más calor, la aparición de brotes de pediculosis en los niños de edad escolar. Se viene observando un aumento en este sentido, sobre todo en los colegios. Los piojos constituyen un problema sanitario que independe de la clase social.
¿Cómo se desarrolla el piojo en la cabeza de un niño?
El piojo llega a la cabeza y se agarra a un pelo, donde se alimenta chupando la sangre del cuero cabelludo. Las hembras ponen huevos (liendres), que se sujetan a un pelo como si de un "pegamento" se tratara. La liendre tiene forma ovalada de color blanco que se distingue de la caspa porque está muy agarrada y sujeta al pelo. De estos huevos sale el piojo que pronto se hará adulto y comenzará a picar y a poner más huevos.
¿Cómo se puede evitar los piojos?
Los piojos pasan de una cabeza a otra de una manera muy fácil. Por eso, es necesario tomar algunas medidas adecuadas de higiene:
- Lavar con frecuencia el pelo.
- Peinar y cepillar diariamente el pelo.
- Revisar frecuentemente la cabeza de los niños, principalmente detrás de las orejas y en la nuca.
- Limpiar peines y cepillos con frecuencia.
- No intercambiar útiles como peines, gorros, gomas, horquillas, etc.
¿Qué se debe hacer en el caso de que el niño tenga piojos?
Si se observa la presencia de piojos en la cabeza de los niños, deberá hacer lo siguiente:
- Mojar todo el cabello y cuero cabelludo con una loción antiparasitaria, preferiblemente a base de piretrinas, que encontrarás en las farmacias. No lavar el cabello antes de aplicar esa loción. Tampoco se debe tapar la cabeza con toallas, porque absorben el producto. Solo se puede cubrir la cabeza con un gorro de plástico. Se tratarán con champú o loción pediculicida solamente aquellas personas que estén infestadas. La utilización indiscriminada de esos productos en los niños no es recomendable.
- Pasadas de 2 a 4 horas lavar el cabello con champú normal o pediculicida.
- Aclarar con agua y vinagre (una parte de vinagre y dos de agua), para favorecer la eliminación de las liendres.
- No secar con secador.
- Una vez aclarado el pelo, quitar las liendres con la mano o con un peine de púas muy juntas.
- Los peines, y todo tipo de adornos de pelo se deben sumergir una hora en loción pediculicida. Las ropas, bien como las toallas, etc., se deben lavar con agua caliente.
- Todas las personas que convivan con el niño parasitado, deberán ser revisadas y, si es el caso, tratadas de la misma forma.
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